Lara Jean es una adolescente que guarda sus cartas de amor en una sombrerera que le regaló su madre. Pero son cartas que escribe de despedida a todos los chicos que le gustan para que así dejen de gustarle y no va a enviar esas cartas nunca. Pero, inesperadamente, esas cartas llegan a su destinatario, descubriendo a esos chicos los sentimientos de Lara Jean.
Lara Jean, nos cuenta como es su día a día y como sus hermanas y ella tuvieron que organizarse tras la prematura muerte de su madre.Su hermana mayor, Margot, es la que ejerce más de madre, pero cuando comienza el curso se va a Escocia a la universidad. Lara Jean tiene que hacerse cargo de su hermana pequeña Kitty y de la casa siempre que su padre, médico, está de turno en el hospital, algo que le cuesta mucho al principio.
Cuando estas cartas se mandan, la vida de Lara Jean se desmorona. Una de esas cartas va a parar al buzón de su vecino, novio de Margot hasta que esta se marchó a la Universidad, otra a Peter K., un amigo de la infancia que le robó su primer beso y que es de los más populares del colegio, a un amigo gay, y las otras no saben si llegaron a su destinatario.
He de reconocer que al principio me costó mucho engancharme al libro, pero cuando llevaba unas 70 páginas, me empecé a viciar mucho con el libro hasta el punto de que cuando acabé el libro, pasé la página para empezar el siguiente capítulo y me decepcionó ver que sólo me quedaban por leer los agradecimientos. Me ha hecho llorar al final del libro, con el regreso de Margot por Navidad, sonreir mucho y sentir en todo momento lo mismo que Lara Jean. En mi opinión, es un gran libro que merece la pena leer.
¡Besos de cacahuete y feliz año nuevo!
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