Hoy os traigo la reseña de la primera parte de la trilogía Helsinki, Tres abuelas y un cocinero muerto.
El libro cuenta el día a día de tres abuelas que viven en una residencia de ancianos y cómo sus vidas se ven involucradas en una ola de misterios. Cosas extrañas comienzan a ocurrir en su entorno a raíz de la muerte del joven cocinero de su hogar. Violaciones, desapariciones, medicinas innecesarias... y las protagonistas, unas ancianas de noventa y pico años sin nada que perder, se deciden a investigar sobre lo ocurrido.
Como he dicho antes, es la primera parte de una trilogía que no voy a acabar por lo aburridísimo que me ha parecido este primer libro. Cuando llevaba 150 páginas, me di cuenta de que a penas habían pasado cosas importantes y relevantes y que estaba más tiempo contando como divagaban las tres ancianas que contando la historia. Me ha resultado muy lento y pesado y al final ya lo leía más por terminarlo que por otra cosa. No es para nada de estos libros que acabas y sientes que te ha llenado, que te ha influenciado, o por lo menos te ha hecho pasar un buen rato.
Personalmente no se lo recomiendo a nadie, porque como ya veis, no tengo nada positivo que decir de él más que me han dado ganas de visitar Helsinki.
Nos vemos en la próxima!
PD: si alguien se ha leído la trilogía entera,
que me diga si merece la pena leer los
otros libros.
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